¿Por qué dejar de fumar engorda y cómo evitarlo?
¿Dejar de fumar y engordar? Son muchas las personas que no saben si realmente es así o no. La verdad es que es un hecho desafortunado que, cuando los fumadores dejan el hábito, con frecuencia aumentan de peso. ¿Por qué ocurre esto?
Dejar de fumar engorda
Respecto al hecho de si dejar de fumar engorda o no, lo cierto es que diversos estudios parecen indicar que, en efecto, dejar de fumar favorece el aumento de peso, encontrándose en muchos casos un incremento que puede llegar a los cuatro kilos y medio. También es importante tener en cuenta que el aumento de peso no se produce de forma continua ni exponencial, sino que suele estar muy limitado a una etapa o intervalo tras el cese del consumo.
El componente de nicotina más adictivo del tabaco actúa disminuyendo el apetito, por lo que al dejar de fumar, además de la ansiedad o el estrés provocados por la falta de dicha sustancia, aumenta el apetito. Además, la falta de nicotina potencia el sentido del gusto y del olfato, lo que hace que los alimentos sean más apreciados, ingeridos rápidamente, con ansiedad, provocando la ingesta de alimentos con más calorías y menos nutrientes.
Aun así, no hay que preocuparse por este aumento del apetito, ya que no dura mucho tiempo. Normalmente aumenta durante el primer mes y luego va disminuyendo paulatinamente hasta volver a su estado normal en un periodo de 3 meses.
Cabe destacar que la nicotina aumenta el gasto energético del organismo, el llamado metabolismo. Y es que esta es una sustancia de tipo estimulante, como por ejemplo la cafeína, algo que hace que nuestro cerebro y nuestro cuerpo en general se aceleren.
Cuando dejas de fumar, esta aceleración metabólica que genera la nicotina disminuye, algo que puede provocar que el cuerpo gaste menos calorías en el mismo tiempo que antes. Sin embargo, este factor, aunque existe, no es el más relevante de todos, a pesar de que sí participa en una posible ganancia de peso si se dan otras condiciones.
Para contrarrestar la disminución del metabolismo y la ganancia de peso, al dejar de fumar debemos realizar una serie de ejercicios físicos de forma constante y paulatina.
Probablemente el factor más importante para explicar por qué existe una tendencia a engordar tras dejar de fumar se encuentra en el hecho de que los fumadores están acostumbrados a trabajar con una sustancia de la que son dependientes, de tal forma que su desaparición (y sobre todo si se deja de fumar repentinamente) suele generar un aumento de los niveles de ansiedad como consecuencia de la abstinencia.
Dejar de fumar con láser
El primer obstáculo para dejar de fumar es superar la fase de abstinencia de la nicotina, que la gente suele temer. El método láser más eficaz contra el tabaquismo reduce significativamente las ansias y los síntomas de abstinencia, por lo que las personas generalmente atraviesan esta fase con mayor facilidad y rompen su adicción a la nicotina.
En un nivel químico, los antojos son un deseo de endorfinas y dopamina que solían liberarse al fumar. El láser permite que el cuerpo libere esos químicos naturalmente, eliminando la necesidad física de fumar de manera inmediata. El tratamiento con láser es muy seguro, pero es importante saber que habrá algunos cambios en tu cuerpo cuando dejes de fumar. Puedes notar menos ansiedad y menos atracones compulsivos por la comida.
Es importante dejar los malos hábitos de lado. Aunque te preguntes si dejar de fumar engorda, considera que los beneficios de dejar este hábito son superiores a la ganancia de peso. Recomendamos ponerse en manos de profesionales para atajar este problema.