¿Cuáles son los efectos del tabaco en el organismo?
El tabaco en su forma original es una planta que contiene nicotina, una droga tóxica que es la que vuelve a la gente adicta a fumar los cigarrillos. Sin embargo, esto no es lo único negativo que tiene fumar tabaco, pues las empresas tabacaleras se han encargado de añadir numerosos componentes a los cigarros y que se encuentran en el humo del tabaco. En este artículo encontrarás los efectos del tabaco en el organismo.
Componentes del humo de tabaco
- Alquitrán: tiene efectos muy negativos en los pulmones, ya que contiene sustancias químicas cancerígenas, que propician el desarrollo de este tipo de células.
- Monóxido de carbono: el CO se integra en la sangre del fumador y desplaza el oxígeno. Esto afecta notablemente al color de la piel y a la producción de colágeno, por lo que aparecen arrugas con mayor facilidad que en una persona no fumadora.
- Irritantes: también afectan a los pulmones, ya que causan tos y mucosidad. Pueden acabar desembocando en enfermedades respiratorias, como bronquitis crónica.
- Nicotina: es la droga del tabaco que vuelve adictivas a las personas que lo consumen. Provoca el llamado “mono” e incrementa las ganas de fumar.
Efectos del tabaco
El tabaco y sus distintos componentes afectan de forma muy negativa al cuerpo humano. Como hemos visto, puede provocar cáncer en los pulmones y afecta en el desarrollo de los tejidos de la piel. Asimismo, también daña las piezas dentales, otorgándoles un color amarillento, manchas e incluso aumenta el riesgo de sufrir enfermedades periodontales y la caída de los dientes. Además, como las sustancias químicas que contiene afectan a la circulación, también provoca la aparición prematura de canas.
¿Cómo mejora mi cuerpo al dejar de fumar?
Desde el primer momento en el que se deja de fumar se producen diferentes cambios en el cuerpo. Algunos de estos cambios son: en las primeras horas, el nivel de oxígeno vuelve a su estado normal, y además el de la nicotina y el del monóxido de carbono se reducen a la mitad. Al cabo de tres días, estos componentes tóxicos han desaparecido por completo del cuerpo y respirar es mucho más sencillo. Al cabo de un año, el riesgo de un paro cardíaco se ve reducido a la mitad. A los 10 años de haber dejado de fumar, se reduce a la mitad el riesgo de sufrir cáncer de pulmón.
Como vemos, algunos de los beneficios se producen casi al momento de dejar de fumar. Sin embargo, otros tardan mucho más. El tabaco intoxica el cuerpo humano y limpiarlo es algo muy difícil y que no se puede acelerar, solamente se consigue dejando de fumar.
Además, el humo del tabaco también afecta a las personas que te rodean, que se convierten en lo que se conoce como “fumadores pasivos”. Si se fuma cerca de un niño, este inhala el humo y sus pulmones se llenan de este. No solo debemos dejar de fumar por nosotros y por nuestra salud, sino por la de nuestros seres queridos.
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